DEFECTOS MAS
FRECUENTES DE LA PARED ABDOMINAL
ONFALOCELE - GASTROSQUISIS
Los defectos de la pared abdominal ventral más
comúnmente identificados son el onfalocele y la gastrosquisis. Tienen una
incidencia de 1:3.000 a 10.000 RN
vivos. Ambos están asociados con la salida al
exterior del contenido abdominal, pero el onfalocele es un defecto de la línea
media en el cual el contenido abdominal se hernia a través del ombligo,
mientras que la gastrosquisis es un defecto para umbilical que implica a todas
las capas de la pared abdominal. La distinción entre estos dos procesos tiene importantes
implicaciones pronosticas y suele poder hacerse mediante la ecografía. La
gastrosquisis es consecuente al cierre incompleto de los pliegues laterales que
ocurren durante la sexta semana de gestación, se considera que la fisio
patogenia de este defecto es el resultado de un compromiso vascular en los
territorios de la arteria onfalomesentérica y de la vena umbilical, suele ser
una entidad aislada, rara vez asociadas con otras anomalías distintas de la
malrotación intestinal y de las lesiones gastrointestinales secundarias. En el
onfalocele, por el contrario, la causa involucra al proceso de plegamiento
corporal, evento que ocurre entre la tercera y cuarta semana de gestación. Se
asocia más a otras anomalías, integrando o no síndromes reconocibles, se
describe su mayor frecuencia en las anomalías cromosómicas, siendo el riesgo de
recurrencia del 1 %, mientras que aislado es considerado como un evento
esporádico. El pronóstico en la gastrosquisis es bueno, con una mortalidad
menor al 10 %. En el onfalocele, el pronóstico depende de las anomalías
asociadas, las cuales suponen el 80 % de la mortalidad perinatal; cuando no hay
anomalías asociadas, la mortalidad rara vez supera el 10 %.
En la Gastrosquisis la presencia de una
masa adyacente a la pared anterior del abdomen fetal que representan los
órganos herniados es, generalmente, el hallazgo patognomónico y pudiéndose visualizar
las asas intestinales flotando libremente en el líquido amniótico. La pared de
las mismas, suele presentar un aspecto edematoso con engrosamientos parciales
debido a la irritación química que produce el líquido amniótico, dicha irritación
química se incrementa significativamente al ir cambiando la osmolaridad del líquido
amniótico conforme avanza la gestación, siendo el mayor cambio experimentado
luego de posterior a las 32 - 34 semanas de embarazo. El defecto es de unos 2-4 cm y se localiza casi
siempre a la derecha del cordón umbilical. El aumento de volumen del líquido
amniótico suele estar presente en la gastrosquisis, sin embargo, también han
sido descritos casos asociados a oligoamnios. Por el contrario, el Onfalocele
consiste en la visualización de una masa localizada en la línea media que
compromete la inserción del cordón umbilical y que representa la herniación de
vísceras abdominales cubiertas por una membrana limitante amnioperitoneal. Los
órganos más frecuentemente hallados son las asas intestinales, el estómago y el
hígado. La base del defecto suele ser ancha, superando los 3 a 4 cm. Con el
Doppler color, es posible identificar la vena umbilical generalmente central,
que acompaña al defecto herniado.
El tratamiento
tradicional de la gastrosquisis se basaba principalmente en la colocación
de silo de silástic y cierre secundario
diferido de pared mediante reducción a gravedad, con un tiempo promedio de
estancia intrahospitalaria de 35 - 38 días, mortalidad 25 - 30%, siendo la
complicación principal la infecciosa.
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Gastro |
Se ha realizado una técnica en diversos países de
Latinoamérica a la cual han denominado Símil-EXIT, la cual es una nueva forma
de abordaje perinatal de la gastrosquisis que consiste en la finalización
pretérmino del embarazo de forma electiva mediante cesárea, la cual es
programada en función de los signos ecográficos de cambios en las asas
intestinales, de la reposición de las vísceras prolapsadas y el cierre del
defecto abdominal, mediante un procedimiento quirúrgico realizado antes de la
deglución fetal utilizando el apoyo sanguíneo feto placentario de modo similar
a la técnica EXIT (EX – trauterine Intrapartum Treatment) usada en las
patologías que conllevan obstrucción de la vía aérea al momento del nacimiento
para revertir la obstrucción traqueal producida antenatalmente en forma quirúrgica
en el tratamiento de algunas hernias diafragmáticas y que se ha denominado Símil-EXIT
. El Dr. Svetliza, Cirujano Pediatra Argentino,
realizó un estudio observacional de pacientes a las cuales se les realizó el
diagnóstico prenatal de gastrosquisis, seguidos ecográficamente una vez al mes
y luego semanal a partir de la semana treinta. Se establecieron indicadores
ecográficos para la culminación del embarazo los siguiente: 34 SDG, dilatación
intestinal igual o mayor a 18- 20 mm en el asa centinela y el engrosamiento de
su pared por encima de los 2 mm, los cuales se interpretan como inicio de
sufrimiento intestinal. La cesárea fue programada electivamente, bajo bloqueo
peridural, a las 34 SDG, previa maduración pulmonar fetal. Posterior a la
extracción del feto, manteniendo la circulación feto placentaria, se comienza
la introducción de las vísceras al abdomen del paciente. El cordón umbilical se
corta cuando se advierta cese del latido o bien cuando se consiga la reducción
completa de las vísceras. El último paso se completa en la cuna radiante que
consiste en el cierre del defecto de la pared abdominal con puntos separados. La tasa de éxito de este procedimiento es
bastante elevada comparándola con la técnica de Silo, tradicionalmente
utilizada, el periodo de estancia intrahospitalaria y la necesidad de ventilación
mecánica, así como las complicaciones infecciosas son muy inferiores en la técnica
del Símil EXIT. Por lo tanto, se convierte en un procedimiento muy eficaz y
seguro e niños complicados con este tipo de malformación.
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Onfalocele |
Por otra parte, el Onfalocele, es una malformación que debe
de esperar al nacimiento del niño y su resolución final es también quirúrgica,
pero al contrario de la gastrosquisis, al estar recubierto el defecto no necesariamente
su resolución es complicada, por lo que dependerá de la cantidad de vísceras
herniadas a través del defecto. Lo más importante a resaltar es que el
onfalocele podría estar relacionado aproximadamente en un 44% a alteraciones cromosómicas
siento la más frecuentes de estas la trisomía 18 y 21. Adicionalmente podría estar
relacionado en un 50% de las veces con alteraciones estructurales de otros órganos
como el Corazón, por lo que al ser diagnosticado se deberá ofrecer a los padres
la realización de un procedimiento diagnostico tipo amniocentesis genética. Por
el contrario, la gastrosquisis su relación a alteraciones cromosómicas es la
misma a el riesgo que tendría por edad cualquier madre embarazada. Por lo tanto,
no se indica de forma sistemática la realización de estudios genéticos en casos
de esta entidad, salvo que esté relacionada con otros defectos estructurales
que sí podrían estar relacionados a alteraciones genéticas.
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